viernes, 9 de marzo de 2012

Railay

Nuestro próximo destino eran las playas de Krabi, especialmente Railay.

El avión lo teníamos a las 10:30 de la mañana asi que con calma...desayuno como si se fuera a acabar el mundo, recoger las cosas y abandonar la habitación. En el Check out les dejamos una maleta grande en el hotel para recogerla el último día, y nos llevamos nuestras super maletas de mano. Bueno, yo no contaba que para ir al aeropuerto pues teníamos que hacer trasbordos entre distintos medios (skytrain ,metro, bus, tren). Por ello, la cosa se complicó y llegamos al aeropuerto 10 minutos antes de que cerrasen las puertas de embarque...comienza el stress...sube hasta la 4º p,lanta del aeropuerto, pasa el control de policía, corre por toda la terminal (casi sin saber si ibamos por el camino correcto), y llega a la puerta de embarque (los últimos) y coge el bus para llegar al avión...todo al milimetro...Sofía no se lo creía, pero es que la vida a veces sucede así...

Ya en el avión, reubicamos a la gente ya sentada para que pudieramos sentarnos juntos, pues nuestros asientos estaban uno en cada lado...como si estubisemos enfadados...y nada mas lejos de la realidad!!... la verdad es que Sofia se lo ha tomado todo el viaje con más  filosofía ..y asi a podido disfrutar más de todo...

Una vez aterrizados, nos montamos en una wawua que nos lleva hasta la plana de Ao Nang, donde cogemos un long tail (un barco típico de aqui) que nos lleva hasta Railay, pues es la única forma de llegar a esta zona. Por fin playita...y en febrero!!

Al llegar a la playa, no hay embarcadero, por lo que cargamos las maletas al hombro y saltamos al agua...que calentuca!! si se puede poner a cocer unos huevos en ella...el hotel, está junto a la playa. Las habitaciones son pequeñas cabañas donde hace más calor dentro que fuera. El jardin es muy chulo, con mucha vegetación, y la piscina junto a la playa lo mejor...

Hemos decidido no hacer hoy nada...así que cogemos la toalla y nos tiramos en la playa hasta que el calor nos puede...A eso de las 6:30, como comprobaríamos todos los días, cayó el diluvio universal con rayos y todo...aquí hasta el agua de la lluvia estaba caliente...pero eso de estar en chanclas o descalzo por todos los sitios, en bañador y con una relajación brutal hacía que el agua nos resbalara...pensábamos: "que temperatura hará en Santander?", aqui estabamos en el paraiso.

Por la noche, cenamos junto a la playa, dimos un paseo por ambos lados de la península (el lado nuestro es el lado bonito, con atardeceres de ensueño, playa preciosa y poquitos hoteles, el otro lado es el chungo, con más masificación, playa de manglar, mosquitos,..) y acabamos contratando un tour para el día siguiente para ir a las islas Hong, y el viaje hacie Puhket para el último día. Estoy hay que celebrarlo, así que nos tomamos unas chang (cerveza tailandesa) mientras volvia a caer agua como nunca...

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